Además de su carácter disruptivo y su papel esencial como motor de la regeneración económica, el museo ha dado autoestima y confianza a la villa, según ha explicado su director general.
La Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, ADYPE, ha celebrado esta mañana en Torre Iberdrola un desayuno de trabajo con la participación de Juan Ignacio Vidarte, director general del Museo Guggenheim Bilbao, quien ha explicado a los más de cien asistentes al acto su labor al frente del popular centro de arte contemporáneo. El coloquio posterior ha estado moderado por Antón Pradera, presidente del Consejo de Administración de CIE Automotive.
Durante su intervención, Vidarte ha destacado algunos elementos que caracterizan al Museo Guggenheim Bilbao, empezando por su carácter disruptivo, “porque había pocas referencias en el mundo de iniciativas que acudieran al ámbito cultural como motor de transformación económica”. La creación del museo fue “una respuesta a la globalización”, ha explicado.
Igualmente, desde la perspectiva estratégica, el Guggenheim fue “un intento de anticiparse al futuro”, pero no de forma aislada, sino dentro de “un plan más amplio de transformación” de Bilbao. Así, en un momento de grave crisis económica, se invirtieron 85 millones de euros, al cambio, en una infraestructura cultural. Y los objetivos, se han cumplido con creces. El museo genera hoy “un impacto económico en Euskadi de 540 millones de euros, 8 veces lo que recibe en forma de inversión pública”. Y su índice de autofinanciación es ya cercano “al 70 o 71%, cuando inicialmente era del 40%”.
Pero además de la vertiente económica, el Guggenheim ha llenado de autoestima y confianza a la villa, que en los años 90, “además de una situación de crisis económica sufría también una crisis de identidad”. Es incuestionable que el museo ha situado a Bilbao en el mundo. Prueba de ello es que “el 70% de los 1,3 millones de visitantes que ha tenido en el último año procedían de fuera de España”. Otra cifra menos conocido pero igualmente reveladora sobre su carácter simbólico son las “24.000 noticias sobre el museo que han llegado a 6.000 millones de personas en todo el mundo” a través de los medios de comunicación, según ha revelado Vidarte. Y ha añadido otro dato si cabe más significativo del carácter internacional del centro y que publicaba ayer mismo el periódico británico Art News Paper: “De las diez exposiciones de pago más visitadas en el mundo el año pasado, cuatro fueron en el Guggenheim de Bilbao”.
La conexión con la comunidad es otro de las principales señas de identidad del Guggenheim, que es también “el museo más visitado por los vascos”, para los que, al igual que el resto de visitantes, “lo importantes no es solo el contenido, sino la experiencia, incluyendo el espacio” diseñado por el prestigioso arquitecto Frank Gehry.
La gestión del museo como una empresa
Respecto a la gestión del museo, Juan Ignacio Vidarte, ha puesto de relieve la importancia del equipo humano, formado por un centenar de personas con una importante presencia de mujeres. Y ha destacado cómo el Guggenheim ha servido para crear “nuevas carreras profesionales que antes no existían en nuestro entorno”, y que han llevado a personas que han pasado por el museo a ocupar actualmente cargos de gran relevancia en instituciones públicas y privadas de todo el mundo.
Por otro lado, Vidarte ha asegurado no sentirse incómodo “si le hablan de empresa en lugar de museo”, toda vez que la gestión del centro conlleva incorporar conceptos muy habituales en el mundo empresarial e industrial, como internacionalización, targets, digitalización, equilibrio financiero… Al fin y al cabo, “se trata de gestionar una institución con objetivos definidos, recursos escasos, en un contexto de incertidumbre…”, como tiene que hacer cualquier empresario.
Preguntado sobre la posible ampliación del museo, Vidarte ha explicado que ante la creciente actividad prevista, “en 2009 se planteó esta opción, y de ahí surgió el proyecto de Urdaibai”. La idea era proporcionar al visitante “la experiencia que el actual museo no puede ofrecer: una visita más lenta, en relación con la naturaleza, con más elementos interactivos y la incorporación de otras disciplinas como el diseño, la gastronomía, el medio ambiente…”. Sin embargo “la crisis afectó a las instituciones”, cuyo apoyo resulta imprescindible para llevar adelante el proyecto.
De cara al futuro, el director del Guggenheim ha advertido que “el éxito genera complacencia, y la complacencia genera fracaso”, por lo que apela a “mantener la tensión” de la actual línea de trabajo, ya que si bien “lo que ha ocurrido en Bilbao con el museo no es normal, es positivamente extraordinario, cada año tenemos que levantar la persiana, y nada nos garantiza que volvamos al millón de visitantes”.
Próximos eventos ADYPE
Tras el desayuno-coloquio de hoy, el presidente de ADYPE, Txema Vázquez Eguskiza, ha anunciado el próximo acto que celebrará la Asociación, que tendrá lugar el próximo 16 de mayo en Bilbao, con la participación del Obispo de Bilbao, Mario Iceta, en un encuentro que estará moderado por la empresaria y presidenta del Eibar, Amaia Goristiza.