Los responsables de los servicios de estudios de las tres entidades bancarias han expuesto sus previsiones para el año que viene en un desayuno coloquio organizado en Bilbao por la Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi.
La Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, ADYPE, ha organizado esta mañana en Bilbao un encuentro informativo con los responsables de los servicios de estudios de CaixaBank, BBVA y LABORAL Kutxa, en el que se han ofrecido las previsiones económicas de estas tres entidades para el próximo año 2018. Tras las respectivas intervenciones, se ha celebrado un interesante coloquio moderado por Mari Carmen Gallastegui, Catedrática de Teoría Económica de la UPV/EHU.
El primero en intervenir ha sido Oriol Aspachs, Director de Macroeconomía del Área de Planificación Estratégica y Estudios de CaixaBank, que ha expuesto un marco económico global positivo, en un escenario previsto de relativa calma geopolítica y macrofinanciera. Así, la previsión para 2018 es un crecimiento sostenido del PIB mundial, que estará ya en el entorno del 5%, impulsado especialmente por los países emergentes.
En Europa podría alcanzarse un acuerdo sobre los términos de la separación del Reino Unido de la UE en noviembre de 2018. En este sentido, la previsión es que las posiciones vayan acercándose hasta lograr un acuerdo de “Brexit” suave, que permitiría al Reino Unido cierto acceso al mercado único –aunque fuera de la unión aduanera-, así como cierta libertad de movimiento y determinadas contribuciones al presupuesto de la UE.
Por otro lado, Estados Unidos se encuentra ya en una fase madura del ciclo económico, con un descenso sostenido de la tasa de paro y un crecimiento de los salarios, mientras que China sigue avanzando de forma suave pero con riesgos elevados y un importante crecimiento de la deuda.
Previsiones para España
Por su parte, Rafael Doménech, Economista Jefe de BBVA Research, ha abordado las previsiones de esta entidad para la evolución de la economía española, que sufrirá “una ligera desaceleración” en 2018, hasta quedarse en el 2,5%, frente al 3,1% previsto para el cierre de 2017, cifra que también ha sido revisada a la baja.
Como cabía esperar, la incertidumbre derivada de la situación política en Cataluña es la principal causa de ese sesgo a la baja de las expectativas de crecimiento del país, con un impacto previsto de entre 0,1 y 0,5 puntos porcentuales negativos en el crecimiento del PIB. No obstante, este impacto podría ser mayor, de hasta -1,1 puntos porcentuales, si la incertidumbre se mantiene durante los próximos meses.
Por el contrario, “un entorno externo favorable seguirá apoyando la recuperación” el próximo año, en el que la inflación se reducirá hasta el 1,4% y el empleo crecerá un 2,3%, situándose la tasa de paro en el 15,5%.
Entre los principales retos a largo plazo que afronta el país, Rafael Doménech ha aludido a la necesidad de consolidar la recuperación del empleo, que entre 2014 y 2018 se sitúa en una tasa de crecimiento promedio del 2,8%, así como a una recuperación económica más inclusiva que ayude a reducir la desigualdad. Igualmente, España debe abordar los cambios necesarios para lograr “una fiscalidad más eficiente”, para lo cual “es crucial que se aprovechen las oportunidades que ofrecen la tecnología digital y la comunicación electrónica”.
Previsiones para el País Vasco
Las previsiones para Euskadi en 2108 son ligeramente mejores que las del conjunto del Estado, según ha explicado el Director del Departamento de Estudios de LABORAL Kutxa, Joseba Madariaga, si bien “se espera también que la evolución de la economía vasca pierda cierto dinamismo en los próximos trimestres”, situándose el crecimiento en el 2,7% a finales de 2018, frente al 2,9% previsto para el año en curso.
Así, para el responsable de estudios de LABORAL Kutxa, las positivas expectativas se traducirán en un comportamiento positivo del mercado laboral, que continuará con su senda de recuperación, así como de la inversión. Todo ello, junto con la baja inflación y un entorno financiero óptimo, apoyará el crecimiento moderado del consumo.
Joseba Madariaga ha aprovechado su intervención para analizar también el índice de competitividad del País Vasco, que pese a mejorar en dos puntos –hasta alcanzar los 60,2 sobre 100-, pierde posiciones en el ranking europeo, “lo que significa que otras regiones han mejorado más”. No obstante, Euskadi se mantiene en la zona media alta del ranking, en el puesto 119 de 263.
Entre las principales fortalezas de la CAPV destaca el sistema sanitario y el pilar de la educación superior y la formación continua. Por el contrario, las principales debilidades se sitúan en la estabilidad macroeconómica, las infraestructuras y la eficiencia del mercado laboral.
Además, los índices de preparación tecnológica y sofisticación empresarial, por debajo de la media europea, lastran la innovación, “uno de los grandes retos del País Vasco”, en opinión de Madariaga.