La economía española crecerá al menos un 2,8% este año y un 2,3% en 2025, mientras que Euskadi presenta unas tasas más modestas, con un 2% y un 1,8%, respectivamente.
Bilbao, 13 de noviembre de 2024. La Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, ADYPE, ha celebrado esta mañana en Bilbao su encuentro anual de perspectivas económicas en el que los responsables de los servicios de estudios de CaixaBank y LABORAL Kutxa, Oriol Aspachs y Joseba Madariaga, han expuesto las previsiones de sus entidades para el próximo año 2025.
Oriol Aspachs, director de Economía Española en CaixaBank Research, ha iniciado su exposición con un análisis de la evolución de la economía global, marcada por la nueva administración estadounidense. A falta de conocer el alcance final de las medidas anunciadas en campaña por Donald Trump –esencialmente el endurecimiento de la política comercial y del control de los flujos migratorios, y la relajación de la política fiscal–, “es previsible que aumenten las tensiones comerciales, lo que podría tener un impacto significativo para la economía europea”.
En materia fiscal, se contempla una reducción de impuestos generalizada en EE.UU., y la eliminación de incentivos verdes para los programas de transición energética, en favor de la producción de combustibles fósiles y la eliminación de restricciones a las emisiones de gases de efecto invernadero.
La economía de EE.UU. mantuvo un crecimiento robusto en el tercer trimestre del año y avanzó un 0,7% intertrimestral. Además, avanzan casi todas las partidas del PIB, salvo la inversión residencial. El cuarto trimestre arrancó también de manera positiva según los primeros datos disponibles, y la Fed apunta a un ritmo de crecimiento alrededor del +0,6% intertrimestral.
La economía china, por su parte, aguanta en el tercer trimestre, pero la tendencia de fondo es negativa. El PIB creció un 0,9%, pero el ritmo de crecimiento en términos interanuales continuó desacelerándose y se situó en la cota más baja desde el inicio de 2023. En un entorno en el que las presiones desinflacionistas se acumulan y la demanda interna sigue dando señales de debilidad, los estímulos fiscales anunciados recientemente por las autoridades chinas pueden dar algo de apoyo cíclico, pero no modifican las perspectivas económicas de fondo.
Europa
En el ámbito europeo, la economía de muestra cierta debilidad desde el inicio de la guerra de Ucrania en 2022, ha explicado Joseba Madariaga, director del departamento de Estudios de LABORAL Kutxa. Así, la zona euro creció un 0,4% en el tercer trimestre del año previsiblemente gracias al consumo, pero “continúa la debilidad del sector manufacturero y la inversión”.
Por su parte, la tasa de desempleo ha disminuido ligeramente, situándose en un 6,3% en septiembre de 2024, pero “el empleo ha comenzado a mostrar signos de debilidad en ciertas economías clave como Alemania”, cuyo sector manufacturero “está acusando el impacto del cambio estructural en los costes energéticos”.
En lo que respecta a la inflación, el indicador general subió al 2% en octubre, mientras que la inflación subyacente se mantuvo sin cambios en el 2,7% interanual. Los datos ajustados estacionalmente del BCE muestran que los precios subyacentes aumentaron 0,2% mensual en octubre. Esto representa un ritmo anualizado del 2,4%, aún por encima del objetivo del BCE, pero supone una mejora significativa respecto al ritmo anualizado del 3,3% observado en la primera mitad de 2024. Todo ello permite que el BCE continúe con la senda de bajadas de tipos esperándose “una bajada adicional de 0,25% en la próxima reunión de diciembre y continuando con sendas bajadas de 0,5% tanto el primer como segundo trimestre de 2025, hasta llegar al tipo terminal del 2%”.
Según LABORAL Kutxa, las perspectivas a futuro de la zona pasan por “un crecimiento del 0,7% en 2024 y un leve repunte hasta el 1,1% en 2025”.
España
Los indicadores disponibles para la economía española han vuelto a sorprender en positivo, y a pesar de que Europa se mantiene débil y de que a nivel global la incertidumbre es elevada, “la evolución de la economía española sigue sobresaliendo en el contexto internacional”, ha explicado Oriol Aspachs. Esta evolución ha obligado revisar al alza las previsiones de crecimiento de la economía española, para la que CaixaBank contempla ahora “un avance del 2,8% para 2024”, pero apunta que podría superar el 3% si se mantiene la dinámica actual. Las exportaciones y el consumo explican en gran parte esta situación”, con la inversión como único epígrafe que se mantiene “relativamente débil”.
Para 2025, CaixaBank contempla un avance de la economía española del 2,3%, pero tras conocerse los últimos indicadores, este podría incluso situarse alrededor del 2,5%.
Euskadi
En lo que respecta a Euskadi, son ya cuatro los trimestres que registran una tasa de crecimiento del 0,4%, sensiblemente por debajo de las de la economía española. Y “todo hace indicar que las dificultades continúan en la industria vasca, ligadas a retos como la debilidad de la demanda exterior, los todavía altos costes de financiación y tensiones en la cadena de suministros”, ha explicado Joseba Madariaga. Por contra, son la demanda interna y el sector de servicios los que muestran dinamismo.
En cuanto al mercado laboral vasco, se aprecia una clara mejoría de los principales indicadores, con una tasa de ocupación que alcanza el 52,5% y la de paro un 7,1% siendo los valores más elevado y bajo, respectivamente, desde 2009.
Con todo, las expectativas de LABORAL Kutxa para Euskadi (a junio de 2024) son de “un crecimiento del 2% en 2024 y del 1,8% para 2025”.
Posteriormente ha tenido lugar un interesante coloquio con los ponentes moderado por Jon Barrutia, decano de la Facultad de Economía y Empresa de la UPV/EHU.