Luis Ramón Arrieta, secretario de la Comisión de Economía de la Universidad de Deusto, ha presentado en un encuentro en Bilbao los principales datos de su investigación sobre el efecto de la actividad de ETA en el ámbito económico y empresarial de Euskadi.
Bilbao, 25 de abril de 2024. La Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, ADYPE, ha celebrado esta mañana en Bilbao un desayuno-coloquio con la intervención de Luis Ramón Arrieta, secretario de la Comisión de Economía de la Universidad de Deusto y autor de un estudio en el que evalúa el impacto del terrorismo de ETA en la economía vasca, y cuyos resultados ha expuesto en el encuentro de hoy.
Según ha explicado Arrieta en su intervención, las casi seis décadas de terrorismo que soportó el País Vasco tuvieron, como es sabido, “un enorme daño humano”, pero también “un importantísimo coste económico”. Y si bien este impacto no se puede medir con exactitud, el coste directo estimado es de “unos 25.000 millones de euros”, con “decenas de miles de ‘transterrados’, deslocalización de empresas, pérdida de inversiones, salidas de depósitos y la pérdida también de miles de empleos de alto valor añadido”.
A todo ello hay que añadir la pérdida de vocaciones empresariales que tanto caracterizaron a nuestro territorio. “La estigmatización de la figura del empresario y un entorno hostil durante décadas” han provocado el “desplome del emprendimiento en Euskadi”, ha lamentado el ponente.
Las consecuencias se reflejan hoy en forma de “muy importantes debilidades en nuestra economía, que están afectando a nuestro potencial de desarrollo y bienestar futuro”, ha asegurado Arrieta. Y ha destacado algunos datos llamativos: “La fuerte caída de la inversión durante décadas ha supuesto, en términos relativos, una pérdida de nuestro stock de capital del 43%, y de nuestro PIB, del 24%, que son las mayores caídas del Estado, y seguramente de la UE”. En este sentido ha advertido que “no estamos poniendo en valor económico la paz”.
No obstante, Luis Ramón Arrieta ha lanzado la idea de que, “sabiendo de dónde venimos, debemos mirar hacia el futuro”, y en la segunda parte de su intervención ha apostado por impulsar un plan de transformación e impulso económico que vuelva a “activar el capital social, humano y financiero de Euskadi para ganar competitividad en el nuevo escenario global”.
Se trata, ha dicho, de una “oportunidad histórica”, en la que “la ausencia de violencia y nuestro marco competencial único en Europa” pueden servir para “transformar el País Vasco y hacerlo atractivo para recuperar tejido empresarial y captar inversiones que garanticen un futuro de bienestar para nuestra sociedad”.
Pero para abordar este nuevo escenario, será necesario “un acuerdo a medio y largo plazo entre el Gobierno Vasco y los grupos políticos”, con el apoyo también de las “organizaciones empresariales, sindicatos, universidades y otros agentes de la sociedad civil”.
En este sentido, Arrieta ha mencionado, entre otros, el caso de Irlanda del Norte, donde los planes específicos de recuperación tras los acuerdos de paz han conseguido que el país experimente una importante recuperación económica.
Y también ha trasladado algunas ideas para hacer efectiva esta transformación económica del País Vasco, incluyendo un marco fiscal especial, un impulso al emprendimiento, un plan de retorno de los ‘transterrados’ o una puesta en valor de la figura del empresario. Con estas y otras iniciativas, algunas de las cuales ya están en marcha –ha mencionado específicamente el trabajo que se está realizando desde Zedarriak–, “Euskadi tiene una gran oportunidad”, ha concluido.