ADYPE analiza con CaixaBank y LABORAL Kutxa las perspectivas económicas para 2022

Los responsables de Estudios de ambas entidades prevén un crecimiento moderado del PIB tanto en Euskadi como en España, en un contexto marcado por la incidencia de la pandemia, la vacunación, la crisis de suministros y los precios de la electricidad.

La Asociación de Directivos y Profesionales de Euskadi, ADYPE, ha celebrado esta mañana en Bilbao un encuentro en el que los responsables de los servicios de estudios de CaixaBank y LABORAL Kutxa, Oriol Aspachs y Joseba Madariaga, han expuesto las previsiones económicas de sus respectivas entidades para el próximo año 2022, que en todo caso estarán condicionadas por el ritmo de vacunación y las posibles nuevas olas de la pandemia.

Oriol Aspachs, director de Economía Española en CaixaBank Research, ha iniciado su exposición con un análisis de las perspectivas de la evolución de la economía mundial, que cerrará este año con un crecimiento en el entorno del 6%, con un mayor dinamismo en los países emergentes. Todo ello en “un escenario aún marcado por las consecuencias de la pandemia y el impacto de la vacunación”.

No obstante, a nivel global “persisten las tensiones inflacionistas en las primeras fases de la cadena productiva” y se observan importantes “incrementos en los precios de producción”, afectados también por los elevados costes energéticos.

Oriol Aspachs ha incidido especialmente en el caso de China, que ha experimentado un débil crecimiento en el tercer trimestre (4,9% interanual), motivado por la COVID-19, los cuellos de botella en la distribución de mercancías, los recortes en el suministro eléctrico, y también por el caso del gigante inmobiliario Evergrande. Aun así, CaixaBank prevé una ligera recuperación en el cuarto trimestre y que el país asiático cierre 2021 con un crecimiento del 8,3%.

En España, CaixaBank prevé que el PIB prosiga la senda de la recuperación, pero “con menor vigor de lo que se esperaba”, en un contexto de ligero repunte de los indicadores epidemiológicos y de inicio de administración de la tercera dosis de la vacuna. Así, la economía española cerrará este ejercicio con un crecimiento del PIB por encima del 4%, mientras que “no será hasta finales de 2022 cuando se recupere el nivel previo a la pandemia”, ha explicado Aspachs. Este moderado crecimiento del PIB contrasta con el empleo, que ya ha recuperado los niveles prepandémicos.

Al igual que en Europa y el resto del mundo, España afronta una inflación al alza, impulsada por los precios de la electricidad. Y los problemas de suministro junto el encarecimiento de las materias primas “moderarán el ritmo de crecimiento del último trimestre del año”.

No obstante, El indicador CaixaBank de consumo mantiene la senda de recuperación, con especial mejora en retail, ocio y restauración, y también del gasto de los extranjeros. Asimismo, continúa también el dinamismo en el mercado de la vivienda.

Finalmente, Oriol Aspachs ha destacado los Fondos Next Generation y la recuperación del turismo como elementos clave para la recuperación económica en 2022.

Coyuntura en Europa y Euskadi

Por su parte, Joseba Madariaga, director del departamento de Estudios de LABORAL Kutxa, ha iniciado su intervención analizando el escenario europeo, donde la economía ha experimentado una recuperación muy importante a lo largo del año en curso. Así, en el tercer trimestre de 2021, el PIB de la Eurozona se encuentra un 0,5% por debajo del valor previo a la pandemia, mientras que la tasa de paro del 7,5% está ya por debajo de la media de 2019.

No obstante, Madariaga ha alertado de que “el panorama económico no está exento de elementos que aportan un cierto nivel de incertidumbre”, como son la nueva ola de la COVID-19 en Europa –que podría traer consigo nuevas restricciones-; la inflación, causada en gran parte por la escalada de los precios de la energía, o los problemas derivados de la escasez de suministros, con especial incidencia en sectores como el del automóvil o el electrónico.

En cualquier caso, estos riesgos están mayormente “relacionados con la pandemia”, por lo que teniendo en cuenta las elevadas tasas de vacunación, el cierre de la caída del PIB con respecto a la situación prepandémica y el soporte fiscal de que dispone y dispondrá la economía europea, tanto este año como el próximo “el entorno se presenta apto para el crecimiento”. Máxime cuando el año que viene “se producirá una aceleración gracias a los Fondos de Recuperación”.

Así, el director de Estudios de LABORAL Kutxa ha apuntado que “las expectativas de crecimiento del PIB para 2021 se cifran en un 5%, y para 2022, en un 4,3%”.

En lo que se refiere a Euskadi, Joseba Madariaga ha advertido que “la recuperación de la economía vasca lleva cierto retraso con respecto a la de la Eurozona”, tal y como refleja el dato de avance del tercer trimestre publicado por Eustat, que sitúa el PIB aproximadamente un 5% por debajo de los datos previos a la pandemia.

Los elementos de incertidumbre comentados previamente afectan especialmente a la economía vasca, con “un sector industrial castigado por el retraso en la recuperación de las exportaciones y el alza de los precios”. Por contra, el sector servicios mostró en el tercer trimestre una importante recuperación de la cifra de negocios, aunque “aún queda recorrido en lo que respecta al indicador de empleo”. En cambio, el comercio minorista tuvo un comportamiento marcadamente negativo.

En lo que respecta a las previsiones de crecimiento del PIB de la economía vasca, a la luz de los datos del tercer trimestre la cifra del 6,3% estimada por LABORAL Kutxa el pasado junio “deberá ser corregida a la baja”. En cuanto a 2022, “la tasa de crecimiento se espera que supere el 6%”.

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